Ventajas de las Casas Pasivas en verano
En las zonas de clima frío, gran parte de la atención en el diseño y construcción de casas pasivas se centra especialmente en conseguir una baja demanda de calefacción y alto nivel de confort en los meses de invierno. Esto es debido a que el mayor gasto de energía se nos va precisamente en la calefacción. Y se pasan por alto las ventajas de las Casas Pasivas en verano.
Resulta bastante fácil valorar el retorno de la inversión en base a las medidas de eficiencia energética que planteamos. Sin embargo, las casas pasivas las diseñamos y construimos para que sean confortables todo el año, tanto en invierno como en verano, y para nosotros los meses de verano son especialmente relevantes en muchas de las zonas de España donde construimos, con el fin de evitar lo que denominamos el sobrecalentamiento de la casa, empleando preferiblemente medidas pasivas a nuestro alcance que iremos apuntando más adelante.
¿Qué es el sobrecalentamiento?
En términos de diseño Passivhaus, consideremos que tenemos ‘sobrecalentamiento’ cuando la temperatura interior excede de 25 ° C, una temperatura a partir de la cual empezamos a sentirnos incómodos por la sensación de calor. Cuando la temperatura supera los 35 ° C se puede plantear un riesgo significativo de estrés por calor y tener efectos adversos para la salud.
¿Cómo evitamos el sobrecalentamiento?
El estándar Passivhaus establece como límite que no debemos tener una temperatura interior superior a 25 ° C durante más del 10% de horas al año. De hecho, se aconseja estar significativamente por debajo de este límite, y tenemos varias maneras para lograrlo a partir de un correcto diseño, como son: 1)la orientación, 2)el sombreado, 3)el aislamiento y hermeticidad de la casa, 4)las ventanas y la ventilación, 5)minimizar las cargas internas de calor.
Por hablar un poco más ampliamente de alguno de ellos, todas las casas pasivas deben estar muy bien aisladas y tener un alto nivel de hermeticidad. A menudo se interpreta erróneamente que un buen aislamiento nos va a calentar la casa, y eso no es así.
La función del aislamiento es la de reducir el intercambio o la transferencia de calor entre dos espacios, en este caso entre el interior y el exterior de la casa, y por lo tanto, es una medida muy efectiva tanto para el verano como para el invierno, sólo que en sentidos opuestos.
Para acordarnos fácilmente de esto, basta que pensemos en el funcionamiento de un termo y en el de la nevera; ambos están diseñados y construidos con aislamiento en su envolvente, y la función de este aislamiento sirve en un caso para mantener el calor (situación que nos interesa y conseguimos en invierno -termo-), o de mantener el frío (situación que nos interesa y conseguimos en verano -nevera-).
Rotura del puente térmico en las ventanas
En cuanto a las ventanas, tenemos ventanas por muchas razones. Por la luz natural, para ver el exterior, por el aire fresco cuando las abrimos, y en algunos casos, porque nos aportan calor gratuito que nos interesa conseguir, especialmente en invierno, para calentar la casa. La calidad de la ventana y el tipo de vidrio es algo en lo que prestamos especial atención en nuestras construcciones y en el diseño de cada proyecto.
Por otro lado, toda casa pasiva necesita estar equipada con un sistema de ventilación mecánica con recuperador de calor (VMRC) para mantener un suministro constante de aire limpio y sano dentro de la casa. Durante los meses de verano generalmente recomendaremos configurar el sistema en modo sólo extracción, con bypass para anular el intercambio de energía.
El confort en verano también vamos a poder conseguirlo abriendo las ventanas para ventilar, haciéndolo o bien por la noche si tenemos noches frescas, para conseguir una agradable corriente de aire por ventilación cruzada, o incluso a horas tempranas de la mañana, siempre y cuando las temperaturas exteriores hayan descendido a una temperatura fresquita por debajo de 22 ° C. Estas sencillas estrategias son la manera más eficaz de renovar el aire interior en lugar del sistema de ventilación mecánica, y además, sin coste.