En el diario digital ‘Las provincias’ aparece publicado este domingo pasado un artículo muy interesante. Ya empezamos a leer y escucharemos cada vez la difusión del Passive House como estándar de construcción.
El frecuente titular de que las Casas Pasivas nos permiten ahorrar en la factura, no es otra cosa más que la consecuencia de una construcción bien aislada que necesita de una baja demanda de calefacción para mantener la temperatura de confort.
En el mismo artículo se destacan afirmaciones que no nos son desconocidas, y llevamos tiempo difundiendo y explicando con semejantes palabras:
[En una casa pasiva se evitan las pérdidas de calor gracias a tres factores: una cubierta estanca para el edifico, un aislamiento óptimo y la prevención de la formación de puentes térmicos en los puntos críticos como las ventanas y puertas.]
Cuando me preguntan sobre qué tipo de calefacción resulta el más adecuado para una de nuestras construcciones Passivehaus, tengo la misma respuesta que comparto con José Antonio Almagro, y es que: “las casas pasivas no necesitan un sistema de calefacción convencional por la función del aislamiento térmico y que obtienen la energía exclusivamente de fuentes pasivas como el calor recuperado del aire de escape de la cocina y del baño.”
Frecuentemente necesitamos recurrir a comparaciones y estudios que nos ayudan a entender mejor los resultados y ventajas de cada proyecto que construimos, y que están en la misma línea de lo publicado en el artículo de Edurne: «Los costes de calefacción para un piso de 120 metros cuadrados ascienden, de media, a unos 1.500 euros al año. Una vivienda pasiva solonecesita 150 euros».
Como conclusión diré que el ahorro está en la baja demanda de energía que va a necesitar la casa para poder mantener esa temperatura que necesitamos para nuestro confort. Y tengamos siempre presente que un buen aislamiento y hermeticidad de la construcción debe acompañarse de un sistema de ventilación con recuperador de calor/frío, porque la calidad del aire que respiramos debe ser siempre el punto de partida número uno, y del que más extensamente hablaremos en próximos posts.